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Memo

Fecha: 18 de mayo de 2020. Última actualización 4 de febrero de 2021

Para: Párrocos, comunicadores parroquiales, religiosos y religiosas, personal de la cancillería, presidentes y directores de escuelas, coordinadores de ministerios parroquiales

De: El Arzobispo Gregory J. Hartmayer, OFM Conv., Arzobispo de Atlanta

Asunto: Actualización sobre la dispensa de la misa dominical, el culto en las parroquias y el acceso a las instalaciones parroquiales

El Arzobispo Gregory J. Hartmayer, OFM Conv., anuncia las siguientes condiciones con respecto al culto en las parroquias y el acceso a las instalaciones parroquiales. Estos procedimientos serán evaluados y enmendados cuando sea necesario.

A medida que el estado emita nuevas pautas, el Arzobispo, teniendo en cuenta las recomendaciones de los CDC y del Departamento de Salud de Georgia, considerará si es necesario modificar los protocolos para la asistencia a la iglesia y las oficinas o reuniones parroquiales. Tal como está la situación, el tamaño de las reuniones parroquiales fuera de la liturgia depende del espacio, la ubicación y la discreción del párroco para garantizar que se puedan cumplir los requisitos de distanciamiento, la verificación de síntomas, el uso de mascarillas y las condiciones de sanidad. Generalmente, el objetivo debe ser grupos de 25 personas o menos, aunque se permiten reuniones de 25-50 personas. Los eventos de más de 50 personas reunidas en un lugar para llevar a cabo una actividad diferente a la celebración de la misa no están permitidos bajo el estado de emergencia.

Anuncios generales

Debido a la preocupación por el bienestar de todos en nuestras comunidades, instamos a todos a monitorear cuidadosamente y a cumplir con las directivas de las autoridades federales, estatales y locales, así como con las pautas de los Centros para el Control de Enfermedades.

La dispensa de la obligación de asistir a la misa dominical para personas con motivos o preocupaciones de salud permanece en vigor hasta nuevo aviso para todos en la arquidiócesis. Por esta razón, aquellos que deseen participar en la misa y recibir la Sagrada Comunión pueden hacerlo asistiendo a cualquier misa sin importar el día de la semana. La obligación de guardar un día de reposo santo permanece, y se recuerda a los católicos que, incluso mientras estén confinados en casa, deben dedicarse, entre otras prácticas, a la oración personal, la meditación de las lecturas de la misa dominical y la realización de una comunión espiritual. Si bien aquellos que están en alto riesgo o que cuidan a alguien que está en riesgo pueden y deben quedarse en casa y participar viendo la liturgia en línea o por televisión, el Arzobispo Gregory J. Hartmayer, OFM Conv., anima a aquellos que están sanos y no están agobiados por el temor de estar expuesto al virus a regresar a la misa y recibir la gracia de los sacramentos de la reconciliación y la Eucaristía. Ver la celebración de la misa a través de una computadora o por televisión no puede sustituir la recepción de los sacramentos. 

Sugerimos que los fieles tomen su temperatura antes de salir de sus casas y que eviten asistir a la iglesia si su temperatura es de 99.6 grados o más. Las iglesias pueden tomar la temperatura de los asistentes en sus entradas, según el procedimiento que hayan publicado o anunciado. Cualquier persona que no se sienta bien debe quedarse en casa, por el bienestar de los demás. Aquellos que están en riesgo o que están preocupados por su salud o la de sus familias deben quedarse en casa y participar en misa por televisión o Internet.

Si es posible, las parroquias deben continuar ofreciendo misas en línea, incluso cuando la asistencia a algunas misas esté disponible.

Preparando las iglesias y otras instalaciones parroquiales

Las iglesias se deben limpiar a fondo, incluyendo alfombras, bancos, baños, fuentes de agua, picaportes, interruptores de luz, micrófonos, atriles, sillas y otros muebles. Utilicen productos químicos y desinfectantes según las indicaciones, y permitan tiempos de secado adecuados. Limpien minuciosamente las superficies entre usos. Quizás se tenga que incrementar el tiempo entre las misas para poder llevar a cabo la limpieza necesaria. Debido a los requisitos de distanciamiento social, es probable que las misas tengan que celebrarse en el santuario en lugar de una capilla.

Remuevan temporalmente los objetos que se encuentran en las bancas: himnarios, misales, biblias, bolígrafos, información, folletos, etc. Coloquen letreros con recordatorios que indiquen que los saludos deben ser sin contacto. Los espacios para familias con niños pequeños y las guarderías deben continuar cerradas. Las fuentes con agua bendita deben permanecer vacías, pero las parroquias deben permitir que la gente lleve agua bendita a sus hogares. Las entradas de las iglesias deben tener disponibles desinfectantes y, si es posible, las puertas de entrada deben estar abiertas.

Minimicen los puntos de entrada a sus iglesias para poder colocar ujieres, dirigir el tráfico en una sola dirección y desinfectar. Las bancas deben estar bloqueadas con cinta adhesiva y marcadas para garantizar que haya una distancia de seis pies en todas las direcciones entre grupos de familias o individuos. Los espacios disponibles deben llenarse de adelante hacia atrás, hasta que se haya alcanzado la capacidad máxima y el ujier determine que ya no hay más espacio. Se recomienda el uso de espacios para albergar a personas adicionales, donde se apliquen los mismos requisitos de distanciamiento que en la iglesia.

Misas y reuniones en la iglesia

La misa diaria puede continuar tal y como se haya anunciado, siempre y cuando la salud del sacerdote no se vea afectada. Las iglesias también pueden estar abiertas para oración y adoración en un horario previamente anunciado. Las parroquias pueden utilizar sistemas para tomar reservaciones o de orden de llegada, admitiendo a quienes lleguen primero. Las misas al aire libre, que permitan acomodar a un número mayor de asistentes, están permitidas, observando las medidas de distanciamiento social. Si las personas asisten a misas al aire libre en sus automóviles, deben salir y ponerse de pie para recibir la Sagrada Comunión.

Los fieles y los ministros de la Sagrada Comunión deben llevar cubrebocas. Los sacerdotes que celebran la misa deben abstenerse de usar cubrebocas. Los ujieres, ministros de la Sagrada Comunión, servidores, lectores, voluntarios y aquellos que limpian la iglesia deben utilizar desinfectante de manos. Los sacerdotes y feligreses deben usar cubrebocas incluso si han recibido ambas dosis de la vacuna. Este requisito permanecerá vigente hasta que las autoridades sanitarias locales declaren que los cubrebocas ya no son necesarios.

Las ofrendas del pan y el vino deben llevarse directamente desde la credencia o colocarse en el altar sin procesar. Las hostias sin consagrar deben colocarse sobre un corporal alejado del centro del altar. No debe haber contacto físico durante el Padre Nuestro o el Saludo de la Paz. Se recomienda implementar pasillos unidireccionales durante la comunión.

La Preciosa Sangre no se ofrecerá por el momento durante la Sagrada Comunión. Les recomendamos encarecidamente a los comulgantes que reciban la comunión en la mano. Si hay un solo cáliz, los otros sacerdotes celebrantes deben recibir por intinción.

La manera óptima para recibir el Cuerpo de Cristo durante la Sagrada Comunión es que el comulgante se baje el cubrebocas justo antes de acercarse al distribuidor para que este pueda colocar la hostia sagrada fácilmente en la mano o en la lengua del comulgante y se consuma de inmediato. Esto es preferible a tomar la hostia sagrada en la mano y luego moverse a un lado para consumirla.

Queremos recordar a todos que los fieles tienen la opción de recibir la comunión en la lengua o en la mano. La arquidiócesis no ha prohibido recibir en la lengua, aunque se recomienda recibir en la mano durante la presente pandemia. Si es necesario desinfectar más después de ofrecer la hostia sagrada en la lengua o en la mano, se deben tomar medidas para hacerlo discretamente. Los párrocos tienen la discreción de determinar cómo se distribuirá la Sagrada Comunión en sus parroquias.

Las reglas de distanciamiento social implicarán que los coros y músicos probablemente se utilicen en números menores. Las prácticas del coro deben evitarse, debido al riesgo de transmisión y la cantidad de personas involucradas. Es preferible utilizar un cantor y unos cuantos músicos. Las guías de la celebración de la misa no deben usarse a menos que se utilicen una sola vez o solo para una misa. Se recomienda el uso de música conocida y proyectores. No se aconseja que los fieles canten unidos.

La colecta debe recogerse en línea, por medio de canastas sostenidas por ujieres o en recipientes monitoreados donde la congregación pueda colocar una ofrenda de manera segura.

Las oficinas de la iglesia deben desinfectarse y el personal debe trabajar remotamente tanto como sea posible. Les recomendamos llevar cubrebocas y mantener la comunicación electrónica y el contacto telefónico con los fieles.

Otros sacramentos

Los funerales, las bodas y los bautizos pueden celebrarse, observando los mismos requisitos de distanciamiento físico e higiene de la Santa Misa.

Las confesiones desde los automóviles pueden llevarse a cabo sin el uso de cubrebocas, siempre y cuando se mantenga seis pies de distancia. Las confesiones en interiores pueden llevarse a cabo con el uso de cubrebocas y manteniendo seis pies de distancia. El uso de una barrera entre el penitente y el sacerdote y un espacio más amplio pueden ser beneficiosos, asegurando siempre la confidencialidad del penitente. Al igual que con las misas, aquellos que no están bien o que tienen contacto con alguien que tiene COVID-19 no deben presentarse para confesarse. La confesión en el hogar para un penitente sano, de ser necesaria, debe llevarse a cabo idealmente al aire libre, con el sacerdote usando estola y, si es adentro, con cubrebocas y manteniendo seis pies de distancia. La confesión en el hogar para un penitente enfermo debe llevarse a cabo idealmente al aire libre. En este caso el sacerdote debe utilizar guantes, cubrebocas y estola, y desinfectar sus manos y estola antes y después de administrar el sacramento.

La unción de los enfermos se debe proporcionar según lo solicitado, utilizando los procedimientos de seguridad adecuados. Algunos hospitales están permitiendo visitar incluso a pacientes infectados con COVID-19. Los decanos deben prever la administración del sacramento si un sacerdote se ve impedido por su propia condición de salud vulnerable. Consulte las pautas detalladas que se encuentran a continuación para administrar la unción de los enfermos.

Llevando la Sagrada Comunión a aquellos confinados en sus hogares

El Gobernador Kemp ha publicado pautas para aliviar las restricciones de visitas a las instalaciones de cuidados de enfermería y vivienda asistida. Las restricciones se basan en el distanciamiento de los miembros de la comunidad y en los protocolos locales. Si las visitas son posibles, el clero y los Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión (ambos denominados en lo sucesivo “ministros de la Eucaristía”) deben seguir los protocolos particulares de las comunidades que están visitando y deben programar las visitas con la instalación con anticipación. Con respecto a las instalaciones que incluyen comunidades de vivienda independiente, que no se mencionan explícitamente en las pautas del gobernador, los ministros de la Eucaristía deben seguir el protocolo existente de la instalación para las visitas, el cual debe verificarse antes de la llegada.

Todas las visitas, incluyendo aquellas a residencias privadas/ independientes, deben tener en cuenta las siguientes consideraciones:

• Los ministros de la Eucaristía deben evaluar adecuadamente su salud, según las pautas de los CDC, justo antes de su llegada y estar libres de fiebre y cualquier otro síntoma relacionado con COVID-19.

• Las visitas deben limitarse a una cantidad mínima de tiempo y llevarse a cabo en un área bien ventilada para reducir el riesgo de transmisión.

• Los ministros de la Eucaristía y la(s) persona(s) a la(s) que se visita deben usar un cubrebocas durante toda la visita, a menos que los requisitos de salud dicten lo contrario para esta(s) última(s).

• Los ministros de la Eucaristía deben evitar el contacto con personas y superficies cuando sea razonable y usar desinfectante de manos antes y después de dar la Sagrada Comunión a cada persona.

Cada parroquia debe mantener registros apropiados en caso de que sea necesario rastrear los contactos, y tener vigente un proceso de reporte y notificación.

Estas pautas también se aplican a las visitas para llevar el sacramento de la unción de los enfermos (consulte las pautas adicionales a continuación).

Unción de los enfermos

(De la Federación de Comisiones Litúrgicas Diocesanas y el Instituto Tomista)

Siga las pautas locales sobre la cantidad de personas que pueden reunirse en un espacio. Permanezca a seis pies de distancia, excepto para administrar la unción de los enfermos.

Pacientes sin síntomas o contacto con COVID-19

General

  • Use cubrebocas, según lo recomendado por los funcionarios de salud pública.
  • Evite el contacto con cualquier superficie.
  • Coloque los artículos de unción a un mínimo de seis pies de distancia del paciente en una superficie desinfectada, incluyendo el óleo de los enfermos, el aplicador de algodón, una bolsa de papel abierta, y use desinfectante para manos.
  • Desinfecte sus manos antes y después de administrar el sacramento.

Proceso de unción

  • Omita la imposición de las manos.
  • Use un aplicador de algodón para ungir. Sumerja y unte la punta de algodón en el óleo, luego unja a la persona.
  • Coloque el aplicador en una bolsa de papel.
  • Desinféctese las manos.
  • Cierre y doble la bolsa varias veces, y quémela después.
  • Desinféctese las manos nuevamente después de que haya partido.

Pacientes conscientes con COVID-19

No lleve el paciente a la iglesia. Escuche su confesión si es posible, y administre la unción de los enfermos.

Pacientes inconscientes con COVID-19 en una residencia y en peligro inminente de muerte.

  • Prepare el óleo de los enfermos, una estola, las instrucciones del Rito de la Unción en hospitales o instituciones, desinfectante de manos, guantes, un cubrebocas, aplicadores de algodón y una bolsa de papel.
  • Póngase el cubrebocas y la estola antes de entrar a la residencia.
  • No ingrese nada adicional a la residencia excepto lo necesario para la unción: no lleve teléfonos, tarjetas de oración, libros, etc.
  • Evite tocar cualquier superficie y su cara.
  • Prepare todo lo necesario para la unción afuera de la habitación del paciente.
  • Realice la unción de los enfermos como se describió anteriormente para el paciente sin síntomas.
  • Vuelva a entrar en la habitación después de desechar el aplicador de algodón, rece el Padre Nuestro y la oración de conclusión, e imparta la bendición.
  • Deje una copia impresa del rito en la habitación del paciente.
  • Salga de la habitación, quítese los guantes y desinféctese las manos.
  • Lave el recipiente del aceite con agua y jabón, deseche el aceite restante en el sacrarium, lave el interior y vuelva a llenar.
  • Si el lugar puede proporcionar equipo de protección personal al sacerdote, se le puede permitir llevar a cabo todo el rito al lado del paciente, siempre y cuando solo se introduzca el óleo para la unción y todo lo demás esté afuera de la habitación.

Próximas temporadas litúrgicas

Miércoles de Ceniza

Este año, los sacerdotes deben esparcir cenizas sobre la cabeza de los penitentes en lugar de trazar una cruz en la frente de cada uno, así lo indican las instrucciones tomadas de Vatican News:

La situación de salud provocada por el COVID-19 continúa imponiendo cambios en la vida diaria, que también se reflejan en el ámbito de la Iglesia. Antes del comienzo de la Cuaresma, el miércoles 17 de febrero, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha publicado una nota detallando cómo los sacerdotes católicos deben distribuir las cenizas. Instrucciones: “Pronunciada la oración de bendición de las cenizas y después de asperjarlas, sin decir nada, con el agua bendita, el sacerdote se dirigirá a los presentes, diciendo una sola vez y para todos los fieles, la fórmula del Misal Romano: ‘Convertíos y creed en el Evangelio’ o ‘Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás’”. En ese momento, prosigue la nota, el sacerdote “se limpiará las manos y se pondrá la mascarilla para proteger la nariz y la boca. Posteriormente, impondrá la ceniza a cuantos se acercan a él o, si es oportuno, se acercará a los fieles que estén de pie, permaneciendo en su lugar. Asimismo, el sacerdote tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada uno, sin decir nada”.

Rito de Elección

Aquellos que no están bautizados y desean convertirse en miembros de la Iglesia Católica deben primero ser aceptados en la Orden de los Catecúmenos. El párroco o el Director/Coordinador del RICA puede determinar el tiempo apropiado para que ocurra el Rito de Aceptación, después de que haya pasado el tiempo suficiente del pre-catecumenado y el tiempo suficiente en el período del catecumenado previo al Rito de Elección.

El Rito de Elección – Cuando aquellos miembros de la Orden de los Catecúmenos (los no bautizados que han sido aceptados en el catecumenado) se convierten en los elegidos, escogidos y admitidos para participar en los Sacramentos de Iniciación, podrán participar en la próxima celebración importante (es decir, la Vigilia Pascual), la cual se llevará a cabo el 20 de febrero de 2021 en cuatro ubicaciones parroquiales diferentes.

Solo los catecúmenos (los no bautizados) y sus padrinos podrán asistir. Tradicionalmente, la liturgia del Rito de Elección es celebrada por el obispo o arzobispo, quien interroga a los padrinos o patrocinadores para determinar la preparación de los catecúmenos para ser admitidos entre los elegidos.

El Rito de Elección es un paso obligatorio en el proceso de convertirse en católico y debe celebrarse en persona. No puede hacerse virtualmente (ninguno de los ritos puede celebrarse virtualmente).

En aquellas parroquias en las cuales los catecúmenos pueden asistir al Rito de Elección, se motiva a los párrocos a celebrar el Rito de Envío.

Dadas las circunstancias actuales causadas por el COVID-19, entendemos que puede haber catecúmenos que no puedan asistir a una de las cuatro liturgias del Rito de Elección celebradas por nuestros obispos. Si este es el caso, mediante este memorándum les permito como párrocos realizar este rito en sus parroquias como mis delegados en preparación para la Vigilia Pascual de 2021. Por favor, anote en el Libro de los Elegidos que usted ha sido delegado por el obispo.

Finalmente, el Rito del Llamado a la Conversión Continua es un rito opcional para los candidatos bautizados, así que los párrocos no están obligados a celebrarlo, aunque pueden hacerlo según el Rito de Iniciación Cristiana de Adultos, siempre y cuando mantengan la distinción entre catecúmenos y candidatos bautizados. Por varias razones este año, este rito opcional no se combina con el Rito de Elección, de ahí la directiva de que solo asistan directores, catecúmenos y los padrinos.

Escrutinios

Los escrutinios del RICA se celebrarán este año y deben llevarse a cabo en persona. Como recordatorio, los escrutinios, así como las presentaciones del Credo y el Padre Nuestro, son solo para los elegidos (para catecúmenos, aún no bautizados, que ya han celebrado el Rito de Elección).

Semana Santa

Reconciliación
Se deben evitar los grandes servicios de penitencia, pero las parroquias deben ofrecer oportunidades adicionales para que las personas reciban el Sacramento de la Reconciliación durante la Cuaresma. Los sacerdotes NO pueden ofrecer una absolución general a sus congregaciones.

Domingo de Ramos
De acuerdo con las instrucciones enviadas desde el Vaticano para la Pascua de 2020, la Conmemoración de la Entrada del Señor en Jerusalén debe celebrarse en el interior del edificio sagrado; las iglesias catedrales adoptarán la segunda forma prevista en el Misal Romano; las iglesias parroquiales y los demás lugares, la tercera forma. Las parroquias pueden distribuir palmas después de la misa, pero la distribución debe organizarse de tal manera que se eviten aglomeraciones en la salida. Se pueden colocar voluntarios adicionales en el nártex o fuera de la iglesia para repartir palmas individuales con cuidado. Incluso aquellos que distribuyen las palmas al aire libre deben usar cubrebocas y lavarse las manos antes y después de la distribución.

Misa Crismal
La Misa Crismal se celebrará en la Catedral de Cristo Rey el martes, 30 de marzo, a las 4:30 p.m. Solo estarán presentes los sacerdotes, el arzobispo y los obispos auxiliares. Aquellos que no puedan asistir en persona están invitados a ver la transmisión en vivo de este evento.

Jueves Santo
El lavado de pies, el cual es opcional, se debe omitir. Al final de la Misa de la Cena del Señor, también se omite la procesión y el Santísimo Sacramento se reserve en el sagrario.

Viernes Santo
Los obispos se encargarán de preparar una intención especial por los que se encuentran en situación de peligro, los enfermos y los difuntos (cf. Missale Romanum), la cual se incluirá en la Oración Universal. La adoración de la Cruz con el beso se limitará únicamente al celebrante, pero la congregación puede reverenciar la Cruz o hacer una genuflexión, siguiendo las rúbricas procesionales para la comunión en la parroquia.

Vigilia Pascual
Los elegidos deben ser bautizados vertiendo agua sobre sus cabezas. Este año no está permitido el bautismo por inmersión. Durante la “Renovación de las promesas bautismales” por parte de los fieles, se debe omitir el Rito de la Aspersión.

Se debe desalentar la tradición de llevar comida a la iglesia para ser bendecida en la Pascua.

Agua bendita
Las fuentes de agua bendita deben permanecer vacías, pero las parroquias pueden proporcionar un recipiente de agua bendita del cual las familias pueden verter un poco en su propio recipiente para llevar a casa.

Primeras comuniones y confirmaciones

Se recomienda que los párrocos programen la celebración de la Primera Comunión a su discreción, ya que se deben tener en cuenta los números de personas permitidas en la iglesia y el distanciamiento físico apropiado.

Las confirmaciones se pueden programar con uno de los obispos celebrando el sacramento. Es posible que los grupos grandes de confirmados deban dividirse en grupos que puedan acomodarse con solo confirmados, padrinos y padres presentes, a menos que haya un cambio en las pautas de distanciamiento, lo que permitiría un mayor número de asistentes en cada ceremonia.

La USCCB emitió una declaración en la que dice que el uso de un instrumento, como guantes o un aplicador de algodón, para aplicar el crisma sagrado no afecta la validez del sacramento. Sin embargo, es apropiado ungir al confirmando con el crisma sagrado usando el pulgar.

Evangelización, formación de fe y discipulado

Consideraciones para los ministerios y las actividades parroquiales 20-21

Este enlace proporciona recomendaciones para ayudar a los párrocos a guiar a sus líderes catequéticos parroquiales y a otros líderes ministeriales de la Arquidiócesis de Atlanta para que puedan enfrentar la situación actual y tomar decisiones sobre el avance de la misión de evangelización y el crecimiento del discipulado en vista de la pandemia global.

Estas consideraciones se repiten o se basan en orientaciones ofrecidas anteriormente y utilizan sugerencias desarrolladas por nuestra Oficina de Escuelas Católicas y otras diócesis. Además, se revisarán y actualizarán según sea necesario.

Reporte de casos de COVID-19 a la arquidiócesis

Si un ministro, miembro del personal, diácono o sacerdote entra en contacto con alguien que tiene un caso activo de COVID-19, él o ella debe entrar en cuarentena, informar de la exposición al Diácono Dennis Dorner, canciller, y hacerse la prueba antes de regresar a su ministerio.

Si la exposición ocurrió durante una liturgia, la parroquia debe notificar a todos los que también pudieron haber asistido a esa liturgia. Si la prueba del individuo resulta positiva, la persona debe informar al departamento de salud local para que puedan rastrear a los demás contactos.

Por favor tengan en cuenta que las personas pueden informar a otras si ellas mismas tienen un caso positivo, es decir, un párroco o diácono puede decirle a su parroquia que él tiene COVID-19, pero un párroco o una parroquia no debe identificar a una persona que tenga un caso positivo. El párroco puede notificárselo a la parroquia en un lenguaje genérico como: «Una persona con un caso confirmado asistió a la misa X». Las leyes de privacidad prohíben la divulgación de información de salud personal de otras personas.

Es muy importante, por su propia seguridad y la de los demás, que monitoreé su salud durante 14 días desde la última vez que estuvo posiblemente expuesto a alguien con COVID-19 y que permanezca en su hogar, evite espacios de reuniones y actividades públicas. Además, debe practicar el distanciamiento social.

Si no está enfermo, monitoreé su salud para ver si tiene fiebre, tos y falta de aire, durante los 14 días posteriores al último día en que estuvo en contacto cercano con una persona con COVID-19.

Tomé su temperatura dos veces al día y observe los síntomas.

Permanezca en cuarentena en su hogar, excepto en caso de emergencia o para hacerse la prueba del COVID-19.

Si es posible, manténgase alejado de otras personas que viven en su hogar, especialmente aquellos individuos que están en alto riesgo de enfermarse gravemente por COVID-19: https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/need-extra-precautions /index.html

Prueba de COVID-19
Usted debe hacerse una prueba de COVID-19 al menos una vez durante la cuarentena.

Si no tiene síntomas, la prueba debe realizarse el décimo día de la cuarentena.

Usted debe obtener una prueba antes de la cuarentena, si experimenta alguno de los siguientes síntomas:

  • Fiebre (temperatura medida por encima de 100.4 grados Fahrenheit, o si siente que tiene fiebre)
  • Resfriado
  • Tos
  • Falta de aliento o dificultad para respirar
  • Fatiga
  • Dolores musculares o corporales
  • Dolor de cabeza
  • Pérdida reciente del gusto o el olfato
  • Dolor de garganta
  • Congestión o secreción nasal
  • Náusea o vómito
  • Diarrea

Llame a su departamento de salud local o a su médico para programar una prueba. En esta página puede encontrar la información de contacto de su departamento de salud: https://dph.georgia.gov/document/document/covid-19-testingdirect-patient-line/download.  Tenga en cuenta que incluso si los resultados de su prueba son negativos, debe permanecer en cuarentena por 14 días completos. Si desarrolla síntomas de COVID-19 en cualquier momento durante su período de cuarentena, debe seguir las instrucciones de aislamiento descritas a continuación.

Si se hace una prueba el día 10 de su cuarentena, idealmente sus resultados deberían estar disponibles para el día 14. Se recomienda que no regrese a trabajar hasta que reciba un resultado negativo. Si sus resultados aún están pendientes después de que finalice su cuarentena de 14 días y decide regresar al trabajo, le recomendamos que tenga cuidado especial con las medidas de prevención para evitar exponer a otras personas en caso de que el resultado de su prueba sea positivo.

Si recibe una prueba de COVID-19 positiva independientemente del estado de sus síntomas, siga las pautas de aislamiento del Departamento de Salud Pública de Georgia https://dph.georgia.gov/isolation-contact

Las personas sintomáticas que no sean parte del personal de atención médica, con COVID-19 confirmado o con sospecha de COVID-19, pueden regresar al trabajo después de que:

Hayan transcurrido al menos 3 días (72 horas) desde su recuperación, es decir, la resolución de la fiebre sin el uso de medicamentos para reducirla y la mejoría de sus síntomas respiratorios (por ejemplo, tos, falta de aliento); Y, de que hayan pasado al menos 10 días desde que aparecieron sus primeros síntomas.

Las personas asintomáticas que no sean parte del personal de atención médica, con COVID-19 confirmado, pueden regresar al trabajo después de que:

Hayan transcurrido al menos 10 días desde la prueba de laboratorio positiva y permanezcan asintomáticas.

Tenga en cuenta que las personas asintomáticas que tienen una prueba positiva y luego desarrollan síntomas, deben seguir las guías para personas sintomáticas mencionadas anteriormente.

Las personas asintomáticas que no sean parte del personal de atención médica, que no trabajen en servicios críticos y que tengan una exposición conocida a una persona con COVID-19 sin el equipo de protección personal adecuado, pueden regresar al trabajo después de que:

Hayan completado todos los requisitos en la guía del Departamento de Salud Pública para personas expuestas a COVID-19 que se encuentran en https://dph.georgia.gov/contact

Es de destacar que si esta persona se somete a una prueba de COVID-19 durante el período de cuarentena de 14 días, un resultado negativo de la prueba no cambiaría ni disminuiría el tiempo de monitoreo.

A continuación, encontrará algunos recursos útiles sobre exposición y pruebas:

Ujieres

Es de vital importancia que los ujieres u otros voluntarios capacitados estén preparados para ayudar a aquellos que asistan a las misas. Las siguientes directrices se derivan parcialmente de la Diócesis de Lafayette en Luisiana.

Los ujieres/ayudantes deben recibir capacitación antes de servir como asistentes en las misas y no deben servir si tienen fiebre (una temperatura superior a 99.6 grados), tos, falta de aliento, escalofríos, pérdida de sabor/olfato o condiciones de salud preexistentes que los pongan en riesgo.

Se requiere que estos voluntarios usen cubrebocas en todo momento, y guantes si distribuyen papeles o recogen ofrendas; además deben mantener un distanciamiento social de seis pies, asistir a los feligreses en el uso de desinfectantes y cubrebocas antes de ingresar a la iglesia y asegurarse de que no se exceda la ocupación máxima (dadas las medidas de distanciamiento social).

Durante la Sagrada Comunión, los ujieres deben conservar seis pies de distancia entre los comulgantes y permitir que solo salga de la banca una persona o familia a la vez.

Cuando la capacidad de asistentes se haya alcanzado:

  • La parroquia puede acomodar asistentes adicionales en otras partes como el salón social y salones amplios para ver la misa en vivo:

o Pida a los ujieres que dirijan a las personas directamente al
espacio adicional
o Ayude a mantener el distanciamiento social

o Utilice las mismas instrucciones mencionadas anteriormente en el espacio adicional

  • Si la parroquia no tiene espacio adicional:

o Aconseje pastoralmente a aquellos que deben ser rechazados:

  • Hábleles amablemente, pero con firmeza
  • Pídales disculpas por las molestias
  • Deles los horarios y/o las ubicaciones de otras misas
  • Recuérdeles que todavía están exentos de la obligación dominical si no pueden asistir físicamente a otra misa
  • Infórmeles que todavía se están trasmitiendo las misas en las redes sociales
  • Si usa un sistema de reservación, los ujieres pueden tomar los nombres de quienes no pudieron ingresar y garantizarles la entrada en la próxima misa disponible
  • Quienes dan la bienvenida a los feligreses deben llevar puestos cubrebocas, recibirlos utilizando saludos sin contacto físico y mantener el distanciamiento social.

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