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Compartiendo Nuestra Fe
“Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” –
[Mateo 28, 19]
La alegría y la autenticidad del Papa Francisco evocan entusiasmo y una curiosidad profunda acerca de nuestra fe católica – tanto entre nosotros mismos dentro de la parroquia, como entre católicos no practicantes y no-católicos. El símbolo de aquel que está enamorado de Jesús es que él o ella quieren que otros le conozcan también. La misión cristiana es la de brindar oportunidades de encuentro con Jesús, para responder a su amor, apoyándonos unos a los otros para seguirlo y para compartir la Buena Nueva.
Recomendaciones de la Sesión de Discernimiento:
Con el apuro del mundo moderno no abundan las oportunidades para formar relaciones significativas en el contexto de fe. Tal vez los fieles residen a grandes distancias de la parroquia o de otros fieles. Las pequeñas comunidades de fe alimentan las relaciones, facilitan los encuentros con Jesús y promueven el discipulado.
La tecnología moderna borra distancias y otras barreras que afectan a nuestra meta comú: que es la de compartir el mensaje de Jesús. Los medios sociales pueden conectar a las comunidades y permitir todo tipo de intercambios – se puede hacer una “bulla” capaz de influir en el crecimiento espiritual y la renovación, que sea accesible a todos y en todos lados.
La vida familiar es dinámica, compleja, cambiante y muy diversa. Considere la familia más inmediata, así como la familia que incluye a los abuelos, tíos y primos. El ayudar a formar familias que estén enfocadas en la parroquia requiere primeramente que se les escuche, amándolos y discerniendo sus necesidades.
Jesús dijo que los principales mandamientos son: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente… y amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22, 36-39). Por ser los mayores mandamientos, nuestra principal preocupación debe ser hacia aquellos que no sienten que le importan a la Iglesia, que no se sienten bienvenidos y aceptados en nuestra(s) parroquia (s).