Evolución de Nuestras Parroquias

“Partos, medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto, Asia, Frigia, Panfilia, Egipto, la parte de Libia fronteriza con Cirene,  forasteros romanos, judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos les oímos hablar en nuestra lengua las maravillas de Dios” – Hechos 2: 9-11

Dos tendencias inexorables están moldeando nuestras parroquias: primero personas de todo el país y del mundo continúan eligiendo a alguno de los 69 condados de nuestra Arquidiócesis como el lugar en el cual quieren vivir, trabajar, jugar y retirarse. El resultado es parroquias cada vez más grandes, espacio reducido para servir al pueblo de Dios. En segundo lugar, la diversidad de la población, en general y católica, ha alcanzado un punto en el que no hay un solo grupo étnico que constituya la mayoría en nuestros condados más grandes. Ambas tendencias nos retan a redefinir el significado de “parroquia “en nuestra arquidiócesis.

Herramientas que le ayudarán a considerar estas recomendaciones:

Permitir que laicado calificado/diáconos tomen mayor parte en la administración para que los sacerdotes se enfoquen más en los sacramentos y la catequesis.

El continuo crecimiento de nuestras parroquias y misiones demanda más tiempo de nuestros sacerdotes. Todos estaríamos de acuerdo que el uso más importante del tiempo de un sacerdote es la celebración de la Misa y la facilitación de los sacramentos para sus fieles. Sin embargo, las labores administrativas de la parroquia absorben una gran porción del tiempo del párroco cada día. Necesitamos nuevos enfoques para compartir las responsabilidades administrativas de una parroquia para liberar más tiempo para que nuestros sacerdotes sean sacerdotes.

Facultar a los decanatos para colaborar y compartir ministerios, personal y recursos clericales.

Los recursos disponibles para satisfacer las necesidades pastorales pueden variar significativamente de una parroquia a la otra. A veces la mejor manera de empezar o de enriquecer un ministerio o programa podría ser la de no hacerlo solos. La mejor manera de abordarlo podría ser combinando recursos con otras parroquias vecinas que permitan sacar ventaja de talentos, entusiasmo y finanzas de varias parroquias.

Crear un ambiente de bienvenida y crecimiento para todas las culturas dentro de la parroquia.

Casi todas nuestras parroquias ya están tratando atender las necesidades espirituales y temporales de múltiples culturas. Con el tiempo, todas las parroquias enfrentarán retos para edificar unidad eclesial en la diversidad y aprender a vivir suavemente en un “ambiente de coalición”. Esto requerirá flexibilidad, mentes abiertas y nuevos modelos parroquiales.

Herramientas que le ayudarán a considerar estas recomendaciones:

Estas herramientas prender INICIAR una lluvia de ideas solamente. Favor de contactar al Centro de Apoyo Pastoral.

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