ATLANTA—Frances McBrayer solía enfocarse en garantizar que los refugiados tuvieran un sitio donde vivir. Estos cansados viajeros eran recogidos en el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson Atlanta y tenían puestos de trabajo esperándolos para integrar a sus familias, quienes habían pasado años en campos desolados, a la comunidad de Atlanta.